Los Primeros Aprendizajes
y seguirá siendo la lectura la base fundamental de la enseñanza".
María Sánchez Arbós, Libro-guía del maestro, 1936.
![]() |
![]() |
En la escuela tradicional, la escritura, junto con la lectura y el cálculo eran las tres materias importantes para enseñar. Desde el primer día, lectura y escritura ocuparon un tiempo importante en el horario escolar, pero hasta mediados del siglo XIX no se enseñaron simultáneamente.
Se aprendía a leer con la ayuda de otros alumnos mayores y se repasaba luego lo aprendido individualmente con el maestro.
En los primeros años del siglo XIX, se publican ya numerosos libros de lectura que sustituyen a las cartillas, catones y manuscritos tradicionales.
En la fotografía que preside este espacio puede verse a la maestra Patrocinio Ojuel con los niños de la escuela de párvulos de Ramón y Cajal de Zaragoza. Ésta es una fotografía singular porque en la escena que se recrea aprecia claramente la evolución del concepto de infancia y de aprendizaje que se produce durante las primeras décadas del siglo XX. Frente a los bancos corridos y a los pupitres bipersonales que implican quietud y estatismo, el moderno mobiliario Montessori que doña Patrocinio Ojuel había conseguido del ayuntamiento de Zaragoza nos habla de una escuela que se adaptaba a los intereses de los niños, que perseguía la autonomía, que procuraba dar libertad e iniciativa al niño, etc.